¿Cómo cree que
evolucionará y se transformará la profesión en el futuro para las nuevas
generaciones de diplomáticos y embajadores?
¿Han
aprovechado los gobiernos, los líderes mundiales y los diplomáticos todo el
potencial de las redes sociales?
¿La presencia
en las redes sociales hace que un líder sea más influyente? ¿Cómo
caracterizarías la influencia en la era de Twitter?
Vivimos
tiempos interesantes para la diplomacia
Ante dicho escenario, debemos analizar cómo
se desenvolverá la diplomacia del siglo XXI.
La revolución de las tecnologías de la
información y de la comunicación son la nueva herramienta que ha llevado a
estos cambios: la ciudadanía mundial se
ha acelerado y esto ha llevado a la creación de nuevos puntos globales y ha
des intermediado numerables procesos de interlocución, de influencia, de
negociación y de toma de decisiones.
Hay espacio para la innovación mediante la
ampliación de las capacidades de análisis y las habilidades.
En la actualidad hay que agregar tres
pilares fundamentales a la actividad diplomática de los nuevos tiempos: La
credibilidad, la influencia y la reputación. Se debe analizar cómo configurar
el contacto personal y demostrar la calidad de los contactos ante las redes
sociales.
Los medios de
comunicación digitales siguen con rating de posicionamiento cada vez más alto
especialmente Twitter es una herramienta ampliamente aceptada por los políticos
y gobierno. A medida que la nueva generación de líderes digital llegue al poder,
convertirá la plataforma de redes sociales, en la opción de información con
mayor importancia para la lectura diaria.
Más del 80 por ciento de todos los miembros
del gobierno de las Naciones Unidas tienen una cuenta oficial de Twitter,
Los Ministerios de Exteriores han perdido
el monopolio de la acción exterior, su experiencia sabre el terreno seguirá
activo dependiendo del despliegue de las nuevas tácticas que desarrollen los
Estados. Los diplomáticos que utilicen la nueva era tecnológica y adquieran
nuevas capacidades profesionales no serán desplazados de área laboral.
En las necesidades de la labor de
representación de las naciones se perfilan en lo inmediato tres rasgos: la
inmediatez, la visibilidad y la interacción directa de los ciudadanos. La
reciente crisis en Ucrania y el debate sobre la gobernanza mundial de la era
del internet, nos muestra que se avecina una nueva agenda de actividades
diplomáticas, en la difusión de las fronteras y las relaciones exteriores.
De hecho, la literatura académica ya ha
aceptado la idea de la diplomacia en red, cada día se observa la ampliación de
los temas propios de la diplomacia y la proporción de poder en la arena
internacional.
Ejemplos de ellos: la Unión Europea, la
gestión de la Cooperación al desarrollo, el cambio climático, la salud pública,
promoción de los derechos humanos, la defensa de la libertad, las relaciones
científicas necesitan las redes internacionales. Entre otros.
La nueva
diplomacia genera incertidumbre entre la libertad y la seguridad, obliga a
tener un equilibrio necesario entre trasparencia y confidencialidad. Las
filtraciones, el periodismo de investigación, el empoderamiento ciudadano y los
servicios de inteligencia compiten por los mismos intereses. Los sistemas
democráticos deben adaptar las soluciones a la complejidad del escenario
mundial interconectado.
La actividad
diplomática ahora es más pública que en décadas anteriores, una gran parte
están muy activos en las redes, son los nuevos facilitadores de la actividad
internacional y los representantes de los intereses de los estados de acuerdo a
los nuevos tiempos hay que seguir preparándose para continuar la labor en un
entorno abierto más competitivo.
En su
estudio Twiplomacy de 2014 muestra que los gobiernos de más de tres cuartas
partes (83 por ciento) 6 de los 193 estados miembros de las Naciones Unidas
tienen presencia en Twitter: casi la mitad de las más de 500 cuentas analizadas
son cuentas personales de jefes de estado, jefes de gobierno y ministros de
asuntos exteriores, y alrededor de un tercio de ellos tuitean themselves, pero
muy pocos de forma regular. ¿Cómo interpreta esas cifras?
No hay comentarios:
Publicar un comentario